domingo, 8 de noviembre de 2015

Socializar a un gato


Al recibir a un nuevo miembro en nuestra familia gatuna, nos podemos encontrar con un gato confiado que enseguida se hace suya la casa o con un gato asustado que prefiere esconderse y evitar el contacto humano. Vamos a hablar sobre qué podemos hacer para ayudar a éste nuevo felino a que se sienta agusto en casa lo más pronto posible.

Lo más importante es entenderlo, ponernos en su piel. Debemos imaginar que nos sacan a nosotros de nuestra casa y nos llevan a otra, con gente que no conocemos y otros gatos. Tal vez nunca hayamos visto a otros gatos o sepamos lo que es un humano. Seguramente, nosotros también buscaríamos refugio y nos esconderíamos los primeros días.
Es muy importante respetar eso y no forzarlos a salir ni sacarlos de su escondite. Ellos saldrán cuando consideren la situación segura, y obligándoles nosotros sólo conseguiremos que nos tengan más miedo. Es normal que se pasen incluso un par de semanas escondidos debajo de una cama. Cuando pase eso, nosotros nos iremos acercando, siempre manteniendo la calma, en momentos tranquilos, uno a uno, sin gritar ni hacer ruidos fuertes. Nos sentaremos cerca de donde estén escondidos y donde ellos nos puedan ver, pero no intentaremos tocarles ni sacarlos. Podemos llevarles una latita o unos premios que le puedan gustar, y ofrecérselo. Les podemos ir hablando, con tono suave y bajito, ya que a pesar de que ellos no entienden nuestras palabras sí que entienden la tonalidad de nuestra voz.
Si no quiere salir a comerse la latita, se la podemos dejar cerca de donde está y irnos. Podemos ir haciendo esta todo lo a menudo que queramos, para que él relacione nuestra entrada en la habitación con algo bueno (le llevamos comida rica). Poco a poco irá perdiendo el miedo, cuando vea que no somos una amenaza para él y que no le vamos a hacer nada malo, pero siempre respetando su espacio, siendo él quién marque las pautas de tiempo y decida cuando quiera acercarse a nosotros.

Si vemos que nuestro nuevo gatito se siente seguro en una habitación en concreto, le ayudaremos a que se sienta mejor y le llevaremos allí comida, agua, arenero, rascador, una camita y algún juguete. El gato es curioso por naturaleza y cuando vea que el ambiente está tranquilo saldrá de su escondite a chafardear. Poco a poco pasará más tiempo fuera que su refugio.

Cuando empecemos a ver que el gato confía en nosotros, podemos empezar a interactuar con él con juguetes largos tipo caña de plumas, tirandole ratoncitos o pelotas. No intentaremos tocarle directamente para no asustarle, sinó que le iremos acercarnos la mano para que nos huela y esperaremos a que él se restregue contra nosotros. Una vez llegados a ese punto iremos hablandole y acaraciandole suavemente la cabeza, sin hacer ruidos ni movimientos bruscos.

Poco a poco será el gatito quién se acerque a nosotros buscando caricias y atención, y se atreverá a salir en busca de aventuras gatunas por la casa.

Todos los animales, al igual que las personas, tienen su carácter y personalidad. Hay algunos que enseguida se acercan a la gente y otros prefieren llevar una vida tranquila o son más tímidos, pero eso no los convierte en peores gatos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario