Las orejas de los gatos tienen más de 20 músculos que les permiten moverlas independientemente y en distintas direcciones. Así las dirigen hacia los sonidos para saber de dónde provienen.
Saben diferenciar entre voces masculinas y femeninas, aunque les gustan más éstas últimas.
Además saben captar varios sonidos a la vez y de una manera más intensa que los humanos o los perros. Por ejemplo, ellos pueden escuchar el tictac de un reloj hasta 4 veces más fuerte que nosotros, y dicen que pueden llegar a percibir el ruido de la corriente eléctrica pasando a través de los cables de la pared de una casa.
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