Si nuestros gatos no disponen de un entorno estimulante, no jugamos con ellos lo suficiente, pasan muchas horas solos, no tienen un compañero de juegos... se aburren y van a comer por no tener nada mejor qué hacer. Se podría comparar a la típica tarde de aburrimiento y nuestro picoteo tras los múltiples viajes a la nevera.
Sumado a una falta de actividad física puede hacer que nuestros felinos cojan unos kilitos de más. A veces no nos damos cuenta hasta que de repente un día miramos a nuestro peludo y pensamos: ¿no está un poco más gordito?
Debemos tener en cuenta que el peso normal de un gato adulto está en unos 4-5.5 kilos de media, dependiendo del tamaño del gato. Hay gatos más grandes y gatitas que se quedan muy pequeñas. Los gatos de la raza Maine Coon por ejemplo pueden llegar a pesar casi los 10kg de peso sin llegar a estar gordos. Debemos entender que si nuestro gato debería pesar 5 kilos y pesa 7,5 kilos, no "le sobran un par de kilos", sinó que le sobra casi la mitad de su peso total!!
La obesidad puede provocarles muchísimos problemas de salud, desde dolor en las articulaciones a diabetes y problemas de hígado. Si nuestro gato tiene que pasar por una cirugía, el riesgo en quirófano es mayor si tiene sobrepeso.
Para evitar que lleguen a un estado de obesidad, es conveniente que, desde el momento de su esterilización, le alimentemos con piensos bajos en grasa, como los especiales para gatos castrados (además los de buena calidad favorecen también al buen funcionamiento de sus riñones). También deberemos evitar latas de comida de supermercado que son pura grasa y optar por latas de bajo contenido calórico. Las latas deben ser de consumo ocasional, y deberían ser light, low calorie o para gatos esterilizados.
Otra buena forma de evitar que nuestro gato engorde es que coma poco a poco y no se atiborre cada vez que le ponemos el pienso. Para ello podéis leer nuestro post sobre comederos interactivos.
En las instrucciones de cada paquete de pienso pondrá la cantidad de comida en gramos que debería comer nuestro gato a lo largo del día para que tenga los nutrientes que necesita y no engorde.
El ejercicio físico también es muy importante. Si se pasa el día durmiendo y haciendo el vago irremediablemente el pienso se irá a sus cartucheras de gato. Debemos intentar jugar con ellos un ratito cada día, lanzádoles pelotas, jugando con cañas de plumas, o cualquier otro ejercicio que les pueda gustar.
Si ya es demasiado tarde y nuestro gato está fondoncito, deberemos empezar a dejar de darle caprichos y restringir su dieta a piensos especiales para la pérdida de peso. Si nuestro gato está muy acostumbrado a picotear debemos prepararnos para llantos y suplicas constantes, pero debemos ser fuertes. ¡Su salud es lo más importante!
Existen piensos saciantes y piensos bajos en calorías, pero debemos controlar la cantidad de alimento que comen, ya que si comen el doble de lo que deberían van a engordar, por muy light que sea el pienso.
Os recomendamos que acudáis a vuestro veterinario para que os ayude a introducir éste tipo de dietas y controle la pérdida de peso de nuestro gatito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario