jueves, 14 de abril de 2016

Historias gatunas: Loki, el gatito ciego y felíz







Queríamos escribir un post sobre cómo cuidar de un gatito ciego cuando nos hemos acordado de Loki, una hermosura de gato al que le faltan sus dos ojitos, y hemos pensado que sería mejor que su familia nos cuente su historia y como es su vida. ¿Queréis conocerla?

"Loki era un gato que deambulaba por la urbanización y un día se coló en nuestro patio. Estaba muy delgadito y magullado. Por entonces ya estaba ciego y no dejaba de buscar mimos y atención. Lo llevamos a la clínica veterinaria y nos recomendaron la enucleación (extirpación de los ojos mediante cirugía). 

La verdad que no voy a extenderme demasiado, porque la adaptación de Loki no fue diferente a la de los otros gatos y gatas que viven en casa. Me atrevería a afirmar, incluso, que fue más sencilla porque siempre ha sido muy confiado, sociable y afectuoso. Y tengo que señalar que, cuando llegó Loki, ya teníamos dos gatas y una podenca con mucha vitalidad.

El hecho de que esté ciego no ha supuesto ni supone ningún inconveniente en su día a día, y tampoco en el nuestro. Juega, utiliza su arenero, toma el sol, come, duerme, hace trastadas, corre, salta, sube, baja, ronronea... Su vida es totalmente normal. ¡Qué digo normal... es extraordinaria! ¡Hasta caza bichitos voladores! 
Puede que al principio impacte (y nos afecte) su aspecto físico. Yo, personalmente, lloré mucho cuando lo recogimos tras la cirugía. Cuesta un poco acostumbrarse a vivir con alguien sin ojos, es normal...  Pero con el tiempo incluso se te olvida y lo ves como lo que realmente es ¡uno más! 

Loki es feliz... A veces, si cambiamos algo de sitio en casa, se pega algún trompazo... pero ¡oye! ¡Y quién no! ¡También yo me he tropezado muchas veces! 
 
Él ha cambiado nuestra vida... Nos ha mostrado que las limitaciones solo están en las cabecitas humanas y nos ha enseñado a ver sin ojos. Es mi héroe."

Desde Adac os animamos a dar una oportunidad a todos aquellos a los que les falte un ojo, ¡o tengan tres ojos!, no oigan, tengan una oreja caída, el rabo torcido o sean feuchos. La belleza está en el interior de un corazón gatuno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario