lunes, 14 de diciembre de 2015

Decir adiós


Está claro que nunca estamos preparados para tomar la decisión de despedirnos de nuestros gatos.
A veces lo tenemos presente, bien por la edad avanzada o bien porque sabemos que tiene alguna enfermedad, y otrás veces nos viene de imprevisto. Sea como sea, siempre es difícil el momento de la eutanasia.

En ese momento, debemos poner por delante de todo su bienestar. Si está sufriendo o tiene dolor, no tenemos que ser egoístas y alargar ese sufrimiento por evitarnos a nosotros el dolor de su muerte. Si ellos pudieran hablar, seguramente nos dirían que no tienen miedo a la muerte y que ha llegado el momento. Debemos también pensar en su calidad de vida. Alargar la vida a un animal que ya no puede saltar, jugar, o incluso comer o mantenerse de pie por si solo es alargar su sufrimiento.

Cuando tengamos que tomar la decisión, debemos tomarnos nuestro tiempo ya que no es fácil, pero siempre pensando en como se siente nuestro gatito en esos momentos.
También deberemos elegir si queremos estar presentes en el momento de la eutanasia o no. Hay personas que no son capaces de enfrentarse a esa situación y ver morir a un ser de su família, y hay otras personas que quieren estar hasta el final. Cualquier decisión es respetable, pero estaría bien ponernos en su piel y pensar en si nos gustaría a nosotros estar solos en ese momento o tener a alguien querido cerca. A pesar de que va a ser durísimo estar presente, ellos han estado a nuestro lado en nuestros peores momentos.

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